Cabe destacar, antes de empezar este post, que la cosmética natural y orgánica avanza a pasos agigantados frente a la cosmética industrial. Así lo afirman varios estudios, en España ha aumentado más del 50% el consumo de productos naturales en los últimos tres años. Y es que cada vez somos más conscientes de la necesidad que tiene nuestro cuerpo, y en especial nuestra piel, de la utilización de productos que no contengan elementos químicos.

¿Cómo es la cosmética orgánica y cómo diferenciarla?

Al elegir la cosmética natural es importante entender que su elaboración, olor, textura y presentación son diferentes a las de los productos convencionales. Te contamos cuáles son las diferencias frente a la cosmética industrial:

  • Color. El color que presenta este tipo de cosmética es diferente al resto ya que no tienen colorantes ni aditivos. Por lo tanto, normalmente, los colores que presenta este tipo de productos son amarillentos, marrones y verdes.
  • Textura. Al no usar siliconas (derivadas del petróleo) la textura que muestran estos productos son aceitosas, y más líquidas a las que estamos acostumbrados con la cosmética convencional. En la crema concentrada Way to Radiance de Le Pure, encontramos este tipo de textura, muy aceitosa.
  • Durabilidad. Los productos orgánicos no tienen la misma vida útil que el resto de los productos cosméticos. Esto es debido a que no contienen conservantes químicos que alaguen ésta. Normalmente, la cosmética natural caduca a los 6 o 12 meses.
  • Etiquetas. La cosmética natural lleva sellos y etiquetas que certifican que estos productos son naturales y ecológicos.

Las certificaciones privadas más empleadas en Europa son:

– Ecocert (Francia) – Certifica cosméticos “naturales” y “naturales ecológicos”.

– BDIH (Alemania) – Certifica los productos naturales pero no los orgánicos.

– Soil Association (Reino Unido) – Certifica el contenido en ingredientes orgánicos y el impacto medioambiental de la fabricación.

– Nature (Europa) – Certifica productos orgánicos y su proceso de producción.

  • Precio. Para las firmas cosméticas no es sencillo llegar hasta el producto final. En el camino se encuentran, a parte del empleo de mucho tiempo hasta conseguirlo, la búsqueda de productores, los costes de cultivo, cosecha, transporte, almacenamiento, marketing, promoción, etiquetas, etc. Por ello, las marcas orgánicas cuestan, en promedio, un 30% más que las comunes.

 Las materias primas que se utilizan para elaborar este tipo de cosmética son orgánicas. Entre estas, siempre encontraremos por ejemplo, aceites esenciales y vegetales, arcillas, frutas, miel…

 ¿Qué beneficios encontramos en la cosmética orgánica?

  • No producen alergias.  La cosmética natural no provoca reacciones alérgicas al no utilizar componentes artificiales y potencialmente irritantes para la piel. De hecho, son productos que se recomiendan a personas con pieles sensibles.
  • Piel perfecta. Los principios activos de estos productos harán que tu piel esté más oxigenada recuperando la luminosidad perdida. Además ésta estará, sobre todo, sana. Además las propiedades antioxidantes son mayores, por lo que el envejecimiento se retrasa.
  • No son testados con animales. A parte de no utilizar materias primas procedentes de animales, éstos tampoco son utilizados en el proceso de producción. Como por ejemplo el sérum y la crema de Isseimi, que no usan el veneno directo de las abejas sino un polipéptido que actúa como tal.
  • Protegen el medioambiente.  Su elaboración tiene un impacto mínimo sobre el medioambiente, reduciendo la contaminación al no usar productos químicos. Además, no tienen impacto sobre la fauna y flora marina.