Al llegar el buen tiempo queremos tener un bonito tono, bronceado y natural. El mismo efecto que si hubiéramos pasado unos días en la playa y nos hubiera dado el sol en las zonas que sobresalen: pómulos, nariz, frente y barbilla; clavícula, hombros y escote. Y nos pasa lo mismo cuando volvemos del verano: enseguida los efectos del sol en la piel desaparecen, y en su lugar dejan un antiestético color cetrino y pardusco, donde no queda ni rastro de luz. Pero ya sabemos que tomar el sol tiene sus riesgos, y que la radiación UV supone cada vez más problemas de fotoenvejecimiento que se traduce en arrugas, manchas, alergias y flacidez, y lo que es peor, aumenta la posibilidad de que aparezca un cáncer de piel.

Por eso la solución más healthy y favorecedora son los polvos de sol. Y no hablamos de cualquiera, porque si no son los adecuados o no están bien aplicados podemos obtener el efecto contrario: zonas demasiado oscuras en contraste con otras demasiado claras, poca uniformidad o un color artificial. Por eso vamos a escoger los que cumplen con todos los requisitos: los Polvos Maquilladores de Sol de Esthederm: naturales, ligeros, fáciles de distribuir y con un efecto luminoso.

Te contamos todo para que seas la más guapa de la fiesta esta primavera/verano.

 

 1.  ¿Qué son los polvos de sol?

Los Polvos de Sol Esthederm son polvos de maquillaje con un efecto sublimador del color y un acabado natural y dorado. Previenen el fotoenvejecimiento porque tienen una acción anti-radicales libres y una protección solar moderada. Además, se extienden increíblemente bien y unifican el tono.

2.  ¿Para quién están indicados?

Para todas aquellas mujeres que buscan protección frente al sol y un bonito tono bronceado en un mismo producto, con un toque de luminosidad y un efecto jugoso y fresco.

3. ¿Qué tono escojo?

Siempre uno que sea natural, nunca demasiado claro o demasiado oscuro. Y por supuesto, desechar los que tiran a anaranjado, porque solo conseguirán un resultado artificial y echarnos unos cuantos años encima.

4.  ¿Es mejor que los polvos bronceadores sean mate o con algo de brillo?

Queda mucho más bonito que tengan un acabado ligeramente dorado, algo que se consigue con sutiles partículas de ese tono, porque quedará mucho más luminoso y se parecerá más al bronceado de la playa. Si son muy mates no aportan ni reflejan la luz.

5. ¿Con qué aplico los polvos de sol?

Con brocha, sin duda. Nunca con esponja, y menos con los dedos. La brocha, que además debe ser gruesa, ancha y plana, y estar limpia (para evitar infecciones, bacterias y granitos), es la única herramienta que distribuye el producto de manera homogénea.

 

6. ¿Cómo tengo que preparar previamente la piel?

 

  • Exfoliar: Utiliza una o dos veces por semana, según tu tipo de piel, un producto exfoliante en el rostro y el cuerpo que elimine las células muertas y alise y regenere la piel. Así, cuando te pongas tu cosmética posterior penetrará en mayor profundidad y conseguirás ese tono luminoso que andamos buscando.
  • Hidratar: Aplica un tratamiento hidratante con una textura adecuada a tu tipo de piel, preferentemente ligera, ya que el último paso serán los polvos bronceadores, y para extenderse a la perfección necesitan que la piel esté hidratada, pero no pegajosa. Las emulsiones o fluidos son una solución fantástica.
  • Maquillar: ¿Eres de las amantes de la base de maquillaje todo el año? Entonces pon los polvos bronceadores después de extender esta y de esperar a que se fije y esté seca, así los polvos se deslizarán sin problema. Es fundamental que la base sea del mismo color que tu piel para corregir e igualar el de la cara, ya que el efecto bronceado lo buscamos con los polvos, jamás con el fondo.
  • Proteger: Aunque los polvos contienen una protección moderada, no se aplican por toda la cara, así que escoge un fotoprotector con un SPF alto para contrarrestar los efectos secundarios de la radiación solar. Si lo prefieres, y según las necesidades de tu cutis, puedes ahorrar el paso anterior (la hidratante) y utilizar directamente el protector solar con la piel limpia, aunque en ese caso recomendamos haber usado antes un sérum antioxidante o hidratante que le de a la piel los activos imprescindibles sin añadir un extra de untuosidad. Deja que el producto penetre durante 1 minuto aproximadamente.

7. ¿De qué forma extiendo los polvos de sol?

  1. Empieza en la sien, sigue por los pómulos, puente de la nariz y por último la barbilla, que son las zonas del rostro que el sol realzaría de manera natural; en la sien aplica una cantidad de polvos moderada y difumina.
  2. Sigue en la parte alta del pómulo para aportar luz a la zona inferior del ojo, y sigue con el puente de la nariz; aplica poca cantidad, porque si haces lo contrario marcarás las ojeras, y difumina de nuevo.
  3. Haz lo mismo en el mentón.
  4. Para un resultado glow uniforme, no te olvides del cuello, la clavícula, hombros y escote si llevas esas zonas descubiertas: broncear la cara y olvidarse del resto es un error y solo consigue el antiestético efecto máscara. Solo tienes que dar un brochazo, así “como de pasada”, y fijarte que no queden ronchas ni cambios bruscos de tono.
  5. Empieza siempre con una capa muy suave: Es preferible quedarse corta, porque podrás rectificar, que pasarte y tener que limpiar la cara y volver a empezar.
  6. Los movimientos de aplicación deben ser en semicírculo, de la frente a las sienes y al mentón, y rápidos y de pasada en la clavícula, hombros y escote.

8 . ¿Puedo estilizar mi cuerpo con polvos bronceadores?

Sí, se puede. Por ejemplo, para marcar el hueso de la clavícula y el canalillo conviene pasar un brochazo, aunque con poca cantidad de producto. Pero para las piernas conviene utilizar un producto específico como las Medias Invisibles.