Puntitos rojos o pequeñas manchas rojas en la piel del bebé, escamas o un eczema, brote de dermatitis atópica… La piel del bebé es más sensible, especialmente de 0 a 36 meses, y es probable que notes algunos de estos problemas dermatológicos sin saber muy bien cómo actuar. En los últimos 30 años los casos de dermatitis se han multiplicado por tres, según los informes sobre piel sensible en Europa que manejan los doctores de la Academia Europea de Dermatología y Venereología (AEDV). Pero, ¿qué es la dermatitis atópica? Esta enfermedad inflamatoria causa picor, irritación e inflamación cutánea, y afecta al 20% de los niños menores de siete años. Muchos de ellos (un 11%) arrastran este problema hasta la edad adulta.

 

Piel atópica en bebé

La piel atópica en bebé es frecuente en los más pequeños. Popularmente se conoce como eczema en la piel del bebé, una afección cutánea caracterizada por vesículas rojizas que dan lugar a costras y escamas en el cambio de piel del bebé, y que molestan mucho. Se trata de una enfermedad crónica de la piel, y ante estos brotes de dermatitis atópica, la piel seca en bebés hace que sufran intensos picores. ¿Y por qué? Además del componente hereditario que hace que haya una predisposición familiar, las estadísticas han aumentado porque los pequeños se enfrentan a un entorno más agresivo por culpa del estilo de vida occidental: contaminación, tabaco, abuso de calefacción, tejidos sintéticos… La piel del bebé ejerce su función barrera y todos estos factores hacen desaparecer la capa de grasa necesaria.

En cuanto a la higiene, los expertos en dermatología advierten de que demasiados baños agravan la situación, y esto, ¡lo sabemos! en nuestro país, cuesta de aceptar. Los padres se exceden en el cuidado de la piel del bebé al bañar a sus hijos entre 7 y 10 veces por semana cuando son tan pequeñitos y enjabonan todo su cuerpo, sin embargo, deberían centrarse sólo en determinadas zonas como axilas y genitales. Tampoco hacemos ningún favor a su piel sensible si frotamos a diario con un gel y posteriormente con una toalla, porque contribuimos a la desaparición de la capa de grasa que los protege.

 

Cuidado de la piel del bebé

Una vez que conocemos las causas, vayamos a las soluciones. ¿Cómo sospecho que hay síntomas de piel atópica en mi bebé? Si notas cambio de piel, manchas rojas, puntitos rojos, piel seca, eczemas, escamas … Lo primero que debes hacer es aplicar el sentido común y evitar los roces de las etiquetas y ropa de bebé ajustada, levantar polvo y ácaros en la limpieza que pueden desencadenar en picores y mayores molestias y acudir al dermatólogo. La piel atópica en bebé es una patología cutánea y no un trastorno, por lo que no tiene tratamiento curativo, aunque hay ciertos antibióticos y emolientes que dependiendo de la gravedad, intensidad y tipo de lesiones se pueden recetar.

Por eso, en el cuidado de la piel del bebé debemos evitar todos los elementos que erosionen la barrera protectora de la piel, como lanas, detergentes, jabones con pH agresivos, soluciones con alcohol o perfumes fuertes, sustancias químicas, productos con lanonina… En lugar de un baño prolongado, podemos realizar duchas más rápidas y, al terminar, siempre crema para hidratar la piel del bebé.

 

Crema para hidratar la piel de mi bebé

La piel atópica en bebés siempre debe tratarse. Es decir, debemos cuidarla regularmente y no sólo cuando surja un brote. La primera norma es desterrar del neceser de nuestro hijo los productos irritativos y hacernos con un tratamiento con ingredientes calmantes y suavizantes, además de proporcionar una película protectora. Un truco de los médicos es aplicarlos con la piel ligeramente humedecida para mejorar su penetración. Desde Ikonsgallery.com recomendamos dos firmas idóneas para esta etapa vital tan importante: Me and Me y Little Butterfly.

  • Me and Me tiene cremas para hidratar la piel del bebé especialmente indicadas porque estimulan la capacidad de los mecanismos naturales del cuerpo para adaptarse mejor a los cambios fisiológicos y emocionales que se experimentan en esta etapa. Además, la gama está basada en los principios de la neurocosmética para ayudar a los niños a sentirse mejor y es segura y totalmente respetuosa. La crema antiestrías reafirmante viene bien tanto a mamás como a bebés, porque incluye prebióticos que mantienen la salud de la piel, restaurando el equilibrio microbiológico y sus propiedades ayurvédicas disminuyen el estrés y ayudan a sentirse bien a los niños porque le relajan.

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  • Por su parte, Little Butterfly es una marca creada por una mamá londinense que buscaba productos ecológicos de calidad para el cuidado de la piel del bebé. Las formulaciones cuidan la dermis delicada, sensible con tendencia a padecer eczemas. Están aprobados por la sociedad vegetariana, por dermatólogos y tienen el sello Ecocert de certificado ecológico. Una crema corporal como Dewdrops At Dawn hidrata, nutre y mima la piel del bebé con aceites esenciales puros de semilla de melocotón, albaricoque y papaya (hasta un 99% de los ingredientes son naturales), además de calmar y aliviar los picores y enrojecimientos.

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